5 de julio de 2011

CUENTOS REALISTAS

               

La   culpa


Alejandro Romero era como las otras personas. Tenía pelo rubio, ojos celestes y ese día andaba sólo por la calle buscando una cafetería.  Él  estaba sentado en un lugar muy tranquilo, cerca de Palermo y de repente  Ale, como le decían los seres queridos,  decía: ´´auxilio” ¡me están llevando!.  Él  estaba muy nervioso porque no sabía  lo que estaba pasando pero luego, se dio cuenta que lo  tenían secuestrado.
Recuerda que estaba en una  combi color naranja  y dentro de la misma se encontraban dos delincuentes,  uno  de ellos tenía puesto un jeans color azul; un peircing en la nariz, también usaba cadenas en los bolsillos y tenia tatuajes. El otro tenía un aro negro  en su oreja, usaba zapatillas rojas y usaba un cortado rapado. Alejandro estaba preocupado por su novia cuyo nombre es  Florencia ya que sufría de ataques cardiacos.
El secuestrador  llama a la familia de Alejandro y le pide que le den  $5.000 porque sino le dispararían en  la cabeza.  Al día siguiente, el secuestrador vuelve a llamar pero lo atiende su novia, la cual no sabía nada de lo sucedido. El malviviente le dijo a Florencia que no llamara a nadie, ni a la policía porque sino su novio no contaba el cuento. Pero, la mujer muy asustada y sin saber que hacer no hizo otra cosa que marcar al 101.  Ella le comentó al policía lo que le habían pedido y le contó detalle por detalle las palabras del chorro.
La noticia salió publicada inmediatamente por todos los programas, también radio y diario.  Los delincuentes al ver esa situación no tuvieron otro remedio de cumplir con lo que le habían dicho a la mujer. Ellos, sin sangre en las venas, le quitaron la vida a Alejandro. Ni siquiera pensaron  un minuto en el daño que le podía causar a la familia.
La mujer de él, Florencia, se sentía culpable por lo que le había sucedido a su novio. Se puso muy nerviosa, empezó a temblar y  de tantos ataques se quedó sin respiración.

Fin

Enzo Ferrari


 Cuentos realistas elaborados por alumnos de 1er. año E.E.S.Agraria Nº1, a cargo de la profesora Estefanía Silva 

Un mal momento

Caminaba tranquilamente por la calle cuando de repente me asaltó un chico.                                                                                        
Me dijo:
-         dame la  plata- flaco.    O te reviento…
El delincuente  me apuntó en la cabeza con un revolver. Yo obviamente que estaba tan asustado, que  le di toda  la  plata  que tenia. En ese momento, él  me llevó  a un  descampado y  me pegó con un  palo en la cabeza .A partir de ese instante, yo no recuerdo nada   lo que  me sucedió. 
Después de ese terrible  accidente, ocasionado por ese “señor”,  me desmayé.  
Lo único que recuerdo, que antes de ese hecho, yo iba apresuradamente a  la casa de mi amigo Fernando a terminar  los deberes de matemática. Y, mientras yo caminaba -muy detenidamente-, un chorro, que salió por medio de los arbustos,  me asaltó. Él era rubio;  alto  tenía un jeans  color   negro;  remera azul; zapatillas y gorra roja.
El delincuente salió corriendo rápidamente, y yo me fui a la casa de Fernando muy asustado. Los padres de él me tranquilizaron y me llevaron nuevamente a mi casa en su auto.

FIN

Juan Ignacio Morales