CUENTOS REALISTAS POR ALUMNOS DE 1ER. AÑO E.E.S.AGRARIA Nº1
El destino de Javier
Esa mañana al levantarse decidió que su vida cambiaría. Javier- el diarero- del Parque 9 de Julio se iba a su casa al terminar su día de trabajo a las 20:00 hs. Él, quiso cambiar de oficio para poder hacer lo que le más le gustaba. Quería trabajar en el campo, eso era lo que él apreciaba.
Uno de esos días, se sentó en su sillón a leer el diario y encontró un clasificado, en donde decía que necesitaban personas para el campo. Entonces, Javier fue a preguntar por el trabajo y las personas encargadas de ese lugar le dijeron que todavía estaba disponible ese cargo. Esa tarde, volvió a su casa muy contento por haber encontrado un trabajo que le apasione mucho como el campo.
A los tres días, lo pasaron a buscar. Javier juntó la ropa y se fue al campo. A los pocos minutos, llegaron al lugar y empezó a llover despacio. Él vio unas nubes negras que rodeaban el lugar donde se encontraba, y se apuró para llegar rápido a la chacra para no mojarse. Se instaló y prendió la estufa, preparó unos mates y se puso a tomarlos, mirando continuamente el reloj, y fumando con muchos nervios porque le tenía miedo a la tormenta.
A los pocos minutos, salió a arriar las vacas, ensilló el caballo y sacó a comer las vacas así luego ordeñarlas. Después de un largo rato, se desató una lluvia muy fuerte y empezó a formarse un tornado.
Sin darse cuenta, cayó un rayo al lado de él y salió corriendo a buscar las vacas y las llevó al establo, dejó el caballo encerrado; corrió rápidamente y se metió en su casa.
Él estaba asustado le tenía miedo a las tormentas eléctricas y en eso un rayo cae sobre su casa; destrozando todo a su paso, él velozmente corre y se mete en el establo junto con las vacas.
La tormenta parecía irse pero eso no sucedió. Javier salió del establo contento creyendo que todo había terminado, pero eso no ocurrió. Al salir, se encontró y vio todo lo que había perdido; todo lo que había conseguido con ese trabajo.
Un mes después, volvió a su oficio de ser lo que siempre fue diarero del Parque.
Álvaro
El hijo que no obedecía
Hacia mucho calor, parecía que el sol pegaba latigazos. Pero no importaba. Un chico llamado Ronny tenía 14 años. Él era flaco, rubio, muy callado. Vivía con sus dos padres; Martha y Rubén. Él era el hijo del medio y el más apañado de la familia. Un día Ronny quiso jugar a la pelota en la cancha.
Él invitó a sus amigos del barrio para que jueguen un partido. Ellos le dijeron, que si y la mamá de Ronny le dijo que no porque hacia mucho calor. Pero Ronny, no le hizo caso a su madre y salió a jugar con sus amigos.
Después de jugar a la pelota se metieron a la pileta, ensuciaron toda la casa ya que habían comido galletitas y tomado chocolatada, rompieron todo lo que estaba a su alcance. Después cada uno se fue a su casa y Ronny se quedó solo en su hogar con sus padres.
La madre muy enojada le dijo:
-nunca mas vuelvas a ser eso. No me gusta que me desobedezca así…
Su hijo le dijo:
-si mamá te lo prometo. Nunca más va a suceder lo mismo. Perdón.
